Complementos Alimenticios: Uso de suplementos proteicos y vitaminas en equinos

La alimentación es parte primordial en el cuidado de cualquier ser vivo y para nuestros caballos Frisones, resulta crucial que sea lo más balanceada posible dado que tanto la alimentación con base en granos y como aquella con base en forrajes, resultan bajas en proteína por lo que ciertas clases de caballos podrían desarrollar deficiencia proteica si no se les provee de un suplemento adecuado. Tomando en cuenta la naturaleza y los requerimientos típicos de los frisones, nunca está de más consultar al especialista para brindarles la mejor alimentación posible y sobra decir que los primeros elementos en esta lista de atención prioritaria, son las yeguas en lactancia y los caballos de cría.

Para poder atender las necesidades nutricionales de nuestros caballos, contamos con dos opciones viables y fácilmente accesibles: los complementos proteicos y las vitaminas, aunque  ambas requieren de supervisión estricta para evitar los problemas derivados de una mala administración.  Pero expliquemos qué son cada uno de estos y cuál es la función específica que cumplen dentro de la dieta de nuestros frisones.

Los complementos proteicos son alimentos con contenidos más altos en proteína —obviamente— que otros alimentos. Cuando este tipo de productos alimenticios se añaden a la dieta, aumentan la concentración de estos nutrientes en la misma y la enriquecen para que posea los niveles óptimos según los requerimientos específicos de nuestros animales .

Los alimentos que contienen más de un 20% de proteína son los que se clasifican como complementos proteicos. Entre estos existen diferentes tipos de proteína clasificados de acuerdo con su origen, pudiendo ser: (1) vegetal, (2) animal, y (3) unicelular y (4) nitrógeno no-proteico.

Cualquiera de los tres primeros tipos se puede utilizar en alimentos para caballos. El cuarto, el nitrógeno no-proteico, se usa muy poco con los caballos pues generalmente puede resultarles dañino y hasta tóxico.

La proteína de origen vegetal es la que se utiliza comúnmente y se deriva de las plantas oleaginosas como el girasol, la soya y la semilla de algodón. Todas éstas son procesadas y se les extrae el aceite, después se crea la torta oleaginosa (oilcake) que es alta en proteína, y se guarda para darle uso más tarde. Algunas oleaginosas contienen sustancias dañinas, las cuales deben desactivarse antes de ser usadas. Sin embargo, es necesario hacer mención de que estas tortas oleaginosas no son de mucha palatibilidad y deben mezclarse con el grano y/o melazas para mejorar su sabor. Cuando se les incluya en la dieta, su concentración no debe ser alta: lo recomendable es que se trate de un mínimo del 4%  y hasta el 10% del total de materia seca que se destina para la ingesta.

Las fuentes de proteína animal incluyen alimentos formulados con harina de sangre, harina de pescado y harina de hueso. Se recomienda que sean alimentos hechos a base de harinas de pescado los que se utilicen en raciones para caballos de cría jóvenes, debido a que tienen un alto contenido con valor proteico. Los otros se usan muy poco debido a su sabor, que puede provocar rechazo por parte del frisón.

Ahora, hablemos un poco de las vitaminas y sus generalidades. Durante periodos de crecimiento rápido, la demanda nutricional de vitaminas aumenta de manera considerable, pero esto no debería sorprendernos pues poseemos o hemos tratado con animales jóvenes que cuentan con esta característica particular. Además de este, existen otros momentos críticos donde el requerimiento de vitaminas aumenta, como son el parto, la lactancia y los periodos de estrésm, pricipalmente.

El beta-caroteno y demás carotenoides que se encuentran en el forraje verde y el maíz amarillo entre otros, son los principales precursores de la vitamina A, la cual se forma en el intestino delgado y se almacena en el hígado como provisión que puede durar de 3  y hasta 6 meses en este órgano. Sin embargo, hay que hacer notar que nuestros caballos no son eficientes en la conversión de los beta-carotenos a vitamina A, mientras que otros animales sí lo son; ésta es la razón por la cual el plasma sanguíneo de los caballos es de un color bastante amarillo.

Mucho del contenido de beta-carotenos en las pacas de heno, se pierde durante el periodo de secado y el almacenamiento. Sin embargo, los henos deshidratados retienen más beta-caroteno que los henos que son secados al sol. Cuando se trata de henos de alta calidad, como sería el caso de la alfalfa, estos pueden tener contenidos apropiados de carotenos; así pues, podemos decir sin lugar a dudas que los contenidos de carotenos están más disponibles en henos de alfalfa que en henos de pastos.

El complejo vitamina A está formado por tres moléculas biológicamente activas: retinol, retinal (retinaldéhido) y ácido retinóico.

Nuestros caballos no son capaces de sintetizar la vitamina A mediante sus procesos orgánicos normales y, por esta razón, deben recibirla a través de la dieta.

La vitamina A forma parte de la síntesis de las proteínas (enzimas, hormonas, inmunoglobulinas) y juega un papel importante en la visión, el desarrollo del tejido óseo y el mantenimiento de las células epiteliales.

Como todas las vitaminas liposolubles (es decir: solubles en grasa), la vitamina A tiene una baja difusión a través de la placenta, lo cual hace que los potrillos nazcan con deficiencia de origen y por eso deben adquirirla a través del calostro.

Pero, ¿cuáles son los requerimientos?

Es una excelente pregunta y, lamentablemente, en este rubro específico la situación no sólo afecta nuestros Frisones sino a todos los equinos pues los requerimientos nutricionales de vitaminas para caballos, han sido definidos de manera muy pobre e incluso ambigua, sobre todo si comparamos como se ha llevado el tema con otras especies, por ejemplo con los bovinos u ovinos.

La cantidad óptima de vitaminas que deben incluirse en la ración siempre se verá influenciada por diferentes factores, algunos de los cuales tomarán en cuenta si se trata de caballos de alto rendimiento o de poca actividad;  otros incluyen la raza, sexo, clima, edad, preñez y enfermedades que puedan alterar los requerimientos específicos del equino.

Según una nota liberada por el National Research Council (NCR) los requisitos son calculados en 30-60 UI/kg (peso vivo) diarios, pero las investigaciones más recientes —con base en información recolectada en 1998 por la Universidad de Iowa, Estados Unidos— aconsejan duplicar estas cantidades pues se observó que caballos de carrera en entrenamiento han mejorado su resistencia al esfuerzo con una dieta que incluya suplementación diaria de 50 000 UI de vitamina A.

ETAPA

REQUERIMIENTO

Equinos en crecimiento

5.000 U.I./ día

Equinos para trabajo

10.000 U.I./ día

Equinos en periodos de estrés y/o reproducción

20.000 U.I./ día

Cuando nacen los potros, ellos tienen muy bajos niveles de vitaminas liposolubles en su sistema, esto sucede porque en los equinos (como en la mayoría de los animales), la placenta restringe el paso de vitaminas liposubles hacia el feto durante la preñez. La fuente de estas vitaminas al nacimiento es la primera leche y el calostro.

¿Cómo se reconocen los casos donde puede existir carencia?

Las deficiencias de vitamina A se manifiestan de manera evidente con una deficiencia del sistema inmunológico, enfermedades neurológicas y defectos congénitos. En el potrillo, la carencia siempre afectará directamente el crecimiento y la calidad del pelaje. En un Frison adulto, la fertilidad del macho y de la hembra se puede ver afectada.

¿Y si se dieran excesos en la suplementación?

Existen datos duros que revelan que si se llega a caer en excesos que sobrepasen 100 veces la dosis recomendada, esto puede resultar peligroso para la salud del animal sin importar su raza, desempeño o edad. Por eso, debemos insistir en que esto se haga bajo estricta supervisión de un especialista.

 

Bien, entendido. ¿Ahora cómo se lleva a cabo una buena administración de los suplementos?

Con relación a las vitaminas, los forrajes y la exposición a la luz solar satisface los requerimientos básicos de vitaminas A, D y E; sin embargo, como la mayoría de los animales se mantienen en confinamiento gran parte de su vida y los forrajes, en la mayoría de los casos no son de buena calidad o el almacenamiento los ha afectado mermando sus propiedades, es mejor suplementarlas con la dieta. Además, si la calidad del forraje que se consigue va de regular a baja, está más que justificado utilizar un suplemento, sobre todo en épocas de verano que son las de mayor actividad para nuestros amados caballos.

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styfer
styfer
7 años hace

Necesito un proveedor de vitaminas y medicamentos equinos favor contactarme si son mayoristas.

gracias