Comprendiendo la psicología de los frisones

Entender la psicología de los frisones es la clave para ser capaces de trabajar con ellos y hacer del entrenamiento y ratos de esparcimiento momentos efectivos y de calidad. En CaballosFrison.com se ha destacado la importancia de la relación de confianza que en todo  momento debe imperar entre el equino y su manejador, por lo que es importante comprender cómo funciona el mundo interior de estos animales.

Ahora veremos algunos puntos importantes a tomar en cuenta en la psicología del frisón:

– Lo más importante  que un manejador debe  tener presente en cuanto a la psicología del caballo es conocer cómo aprende un caballo ya que esto hará el entrenamiento más fácil para todas las partes. Los caballos son criaturas de costumbres que no les gusta ser forzados o apresurados para hacer nada, lo que no significa que sean flojos o perezosos sino que su naturaleza es muy calmada.

– Los caballos son animales de presa, en el reino animal ellos no cazan sino que son cazados, por lo que obviamente en su naturaleza de supervivencia ellos han desarrollado maneras de evitar a los depredadores, siendo la más común la huída. Sin querer decir que sean cobardes, los caballos en su psicología tienen en el escape veloz su mejor forma de defensa, ya que no prefieren quedarse a pelear sino que corren hasta percibir que ya no se encuentran en peligro. Esto es muy importante en la toma de confianza por parte del frisón porque mientras no sienta miedo o peligro podrá manejársele de manera llevadera

– Los frisones no son capaces de visualizar las cosas en su mente o planificar hacia adelante y esa cualidad particular de psicología en los caballos significa que el entrenamiento debería ser pensado cuidadosamente a manera de ensayo y error, así como castigos y recompensas que constituyen algunas de las  formas más permanentes sobre las cuales aprende un caballo. Si un caballo tiene mala experiencia con un pedazo de tachuela por ejemplo, le tomará cierto tiempo poder rectificar esta situación.

– Los equinos suelen habituarse a las cosas de manera muy rápida y este elemento de la psicología de los caballos puede ser tanto una ventaja como una desventaja cuando se trata de un entrenamiento. En la naturaleza, si un caballo viera o escuchara un susurro de las hojas y entonces percibe a un depredador, correría. Sería muy rápido convertir esto en un hábito para asegurar su sobrevivencia. Se debería ser cuidadoso al considerar esta parte de la psicología en los caballos cuando están siendo entrenados. Por ejemplo, un caballo podría acostumbrarse rápidamente a hacer algo no deseado como molestar cuando sobre sí una silla de montar, ya que a final de cuentas, el frisón asociará el disparador de una acción con la forma de cómo resolvió el problema la vez anterior.

– La memoria visual de los frisones es prodigiosa, lo que psicológicamente funciona como otro medio de defensa ante depredadores, gracias a que pueden ver ligeramente cosas que están afuera del lugar que podría disparar una reacción a una amenaza percibida.

La mejor forma para laborar exitosamente y entrenar a un caballo es trabajar con la parte de su psicología que permite un acondicionamiento lento y consistente por desarrollar. De la misma manera que lo hace un perro, los caballos responden a las amenazas y elogios, lo asociarán rápidamente y entonces se habitúan a algunos estímulos (como un comando) con una acción y entonces con una consecuencia.

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