Personalidad

Los caballos frisones son un claro ejemplo de belleza, nobleza y elegancia, aspectos que demuestran no sólo físicamente sino también en su comportamiento, pues son fieles a sus dueños, leales y respetuosos.

Además son amigables y sociales, por lo que tienden a acercarse a aquellas personas con las que sientan afinidad.

Son inteligentes y predispuestos al aprendizaje, algo que sin duda es muy importante a la hora de su adiestramiento pues no requieren trabajo y tiempo extra.

Tanta nobleza y entrega los convierten en ejemplares asustadizos, como sucede con la mayoría de los caballos, por lo que se les debe tratar con especial cuidado y atención para evitar afectaciones a su salud generadas por situaciones fuertes de stress que posteriormente deriven en alguna enfermedad.

Los caballos frisones presentan un paso muy fino y su forma de correr difícilmente le conceden posibilidades de lastimarse, además su apariencia aunque estilizada es de un animal fuerte. No obstante, cuando son colocados en situaciones físicas de alto rendimiento suelen aquejar problemas musculares. Por eso, es necesario que su amo recuerde que son animales muy sensibles y resienten severamente las desatenciones.